Testimonio
En el programa de “Intereconomía” titulado “Lágrimas en la lluvia” figuraba entre los tertulianos el doctor Palacios. Hombre que, aún lejos de ser polémico, traía a la memoria a Chesterton por su gran humanidad en todos los sentidos. Ver al doctor Palacios, tranquilizaba por su aire humilde de patriarca a buenas con Dios y con la vida. Me recordó a mi abuelo Gregorio, que murió rodeado de sus hijos, fumando un “cigarrico” para quitar hierro al asunto, después de haberse confesado y recibido la Santa Extremaunción, que así es como se llamaba antes a la Unción de Enfermos. Don José Palacios, mencionando a su esposa, contó que tenía ocho hijos, treinta nietos y tres biznietos, aclarando que no le llaban abuelo sino Pepe, ¡hasta ahí podían llegar las cosas¡, porque él era amigo de todos ellos. Lo expuesto, aún edificante, no es sino un preámbulo necesario para encajar algo que él dijo,sonriendo: “ Todas las noches rezo así : “ Señor: te doy gracias porque me has creado, redimido y elegido” y continuó: “elegido, lo ha dicho Él: “No me habéis eligido vosotros a Mí, soy Yo el que os ha elegido a vosotros”.Seáme permitidio completar su cita: “Y os he destinado para que vayáis y déis fruto y vuestro fruto dure.”. Su oración era parecida a la demi madre. Ella decía: “Señor, os doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiana y conservado hasta este día”. Bueno, pues eso es todo. Creo que es bonito.
1 Comentarios:
Rosa,
Muy bonita la historia del doctor Palacios. No entiendo muy bien lo de Pepe en vez de abuelo... ¿ acaso un abuelo tratado como abueno lo puede ser cercano y hacerse sentir cercano ? Me recuerda a esos padres que dicen que yo soy amigo de mis hijos. ¡ Pues no señor ! ¡ Vd. debe ser papá/mamá de sus hijos y eso implica la amistad propia entre padres e hijos !
Seguramente no sea así como yo lo veo y el doctor Palacios, con la maestría que vd. dice sepa llevar las cosas mejor que nadie.
Saludos
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