03 julio, 2005

Arrojo

Arrojo es una palabra hermosa, el diccionario la hace afín con osadía , intrepidez. Propia de corazones de voluntad poderosa, que no temen a las palabras y son capaces de llamar a cada cosa por su nombre: la pereza es pereza y no prudencia, la lascivia es lascivia y no autenticidad de sentimientos. De acuerdo con lo que digo estaría Lázaro Carreter que en su libro “El dardo en la palabra” no pierde ocasión de satirizar a quienes, arropados por las palabras, utilizan éstas no para buscar una expresión clara sino para revestirse de no se sabe que cultura, es decir: para ser unos pedantes. Y aunque nada aburre tanto como la pedantería, en este caso la pedantería sería lo de menos. Recordemos algunos ejemplos. Hacerlo es una buena terapia del entorno socio-cultural que nos envuelve y atontifica. Cuando se legalizó el aborto en España, para evitar hablar de segar una vida humana, que eso y no otra cosa es un aborto, se acuñó la frase interrupción voluntaria del embarazo y se quedaron tan tranquilos ( los que se quedaron, que ya hace falta tener hígados por mucho que el Parlamento lo apruebe). Pues bien, en este caso cuatro palabras sustituían a la palabra aborto ( aunque solo fuera por cuidar la expresión lingüística, esto no debería haberse producido). Volvía otra vez a repetirse la historia: cuando los nazis decidieron acabar con los judíos, también se acuñó otra frase: solución final de la cuestión judía. Y tan final como era. En este caso seis palabras sustituían a una: exterminio. Hace tiempo que seguimos jugando el mismo juego: ¿No era preferible hablar de exterminio y no de limpieza étnica cuando hace años nos referíamos a la locura del presidente yugoeslavo? La palabra limpieza no casa en absoluto con la etnia. Las etnias son limpias todas, o son todas igualmente sucias.
Si como dice la Escritura, se nos pedirá cuenta de toda palabra ociosa, ¿podemos esperar impunidad cuando con el lenguaje traicionamos la verdad de las cosas y de los hechos tratando así de enmascarar nuestra personal responsabilidad?