08 julio, 2005

Alegría rima con María

Marta iba conduciendo un coche grande y la desproporción entre el tamaño de éste y su graciosa figurita, hacía sonreír. Llevaba detrás a sus tres hijos: Alejandro de 7 años, Martita de 6 y Belén de 2. Volvían de “La Hípica”, después de haber disfrutado de lo lindo en la piscina. Belén, esa tarde casi había aprendido a nadar, y se tiraba al agua desde el borde cuando veía cerca los brazos de su madre. Todo marchaba y sin embargo, de pronto Marta empezó a cantar: “Virgen María, dame Alegría”. Los niños lo repetían. La canción, era inventada sobre la marcha: “ te quiero un montón y te doy mi corazón…” Me gustó oírlos, hubiera querido que aquello, lo presenciara más gente. Me acordé también de la invocación que se reza en la letanía del rosario: “Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros”. ¿Quién no necesita la alegría? Cuando ello sucede vale la pena acudir a Ella. La Virgen, como madre, sabe muy bien cómo consolar al niño. La Virgen, como hija, hizo siempre la voluntad de Dios.
La alegría del hombre… imprescindible y por otra parte tan amenazada… “La alegría tiene sus raíces en forma de cruz..” Cuántas veces he oído esa frase.. y cuántas también he comprobado su verdad.. Romano Guardini trata de refilón esto hablando del cumplimiento del deber, “ …¿dónde vemos lo que Dios quiere?. Para eso no necesitamos dilatadas reflexiones o grandes planes. Lo vemos en algo muy normal: en el momento presente. Lo que sea necesario precisamente aquí, lo que sea mi obligación precisamente ahora, eso es la voluntad de Dios. Si lo hacemos, Dios nos llevará al acto siguiente. Pues cada instante con la obligación que le acompañe es un mensajero de Dios. Si le prestamos oído adquiriremos la madurez precisa para entender correctamente el siguiente mensaje y cumplir lo que nos pida así iremos realizando paso a paso la tarea de nuestra vida. En suma: acometer resueltamente lo que Dios quiere de nosotros en cada momento. Darle libremente un sonoro "sí" y ponernos a la obra con decisión. Entonces tendremos alegría.”