27 noviembre, 2015

Duermevela

Si duermo cuatro horas seguidas,doy gracias a Dios por ello; otras no tengo esa suerte pero al poco, logro reengancharme y otras ya veo que no hay manera de volver a conciliar el sueño. ¿Qué hacer entonces? A veces rezo un poco, algo que siempre tranquiliza y a veces lo paso bien recordando. Y entonces, como una gracia vienen a visitarme alguno de los versos que aprendí de joven Esta noche pasada he recordado dos: uno de una obra de teatro de Calderón de la Barca y otro de una de Lope de Vega. Ahí van: Hermosísima Justina En quien hoy ostenta En En quien hoy ostenta ufana La naturaleza humana Tantas señas de divina (Calderón de la Barca) Al fin señora me veo Sin mí, sin vos y sin Dios. Sin Dios, por lo que os deseo Sin mí porque estoy sin vos Sin vos porque no os poseo (Lope de Vega) Que suerte hemos tenido los de mi generación que nos enseñaron a desarrollar la memoria¡… Tengo para mí, como decía Unamuno, que dejó de cultivarse esta potencia del alma, cuando se dejó de aprenderse de memoria el catecismo de la doctrina cristiana. He rehecho la entrada, ¡menos mal que se me ocurrió verla¡ ¡Menudo galimatías¡ y todo por querer poner cada verso en una columna. Es importante el desarrollo de la memoria, tan desprestigiada en la educación desde que se dejó de estudiar masivamente el catecismo