18 septiembre, 2012

En San Martín..

Para mí, la gran noticia de este mes de septiembre es que desde el día 16, Valencia tiene, en la Iglesia de San Martín, una “Capilla de Adoración Perpetua”: el Santísimo expuesto en la custodia “las 24 horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año, y todos los años mientras duren los siglos”, así lo anunció un sacerdote en la preparación de la hermosa misa que celebró nuestro arzobispo y tras la que el Santísimo fué trasladado en procesión solemne a la Iglesia de San Martín. El tener una Iglesia abierta a diario a cualquier hora del día, con el Señor en la custodia en pleno corazón de Valencia, es algo más que esperanzador. El padre Conrado, capuchino, me dijo una vez hace años: “ las iglesias, como los bares, deberían estar abiertas todo el día para que a cualquier hora la gente pueda entrar a reparar fuerzas”. Sabias palabras. Ahora en Valencia la tenemos. ¡Eureka¡ “San Martín, que era francés/ dio media capa al Señor / se la hubiera dado entera / si hubiera sido español.”. Situación que vemos representada en ese espléndido grupo escultórico, recientemente restaurado, que corona la fachada de la Iglesia. Me gusta repetir el versito, cuando paso por allí con una amiga porque éstos, como chistes o cancioncillas alegran, y a veces cambian el curso de la conversació cuando ésta, en lugar de fluir se enquista. Amo la Iglesia de San Martín, he oído en ella muchas, muchas, misas de 8,30 de la tarde – hoy a esa hora no hay – con quien sería el padre de mis hijos, después de que pasaramos la tarde veraniega en un banco del Parterre. Por otro lado el primer día de Adoración Perpetua cumple ocho años mi primer nieto, que comulgará Dios mediante el 18 de mayo próximo, aniversario del nacimiento de Juan Pablo II. Es una fuente de regocijo esto de ver la vida en clave religiosa , la única que no envejece, creo que además tiene algún parecido con esa frase de la Escritura: “ Y María ponderaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.”