27 febrero, 2018

Baltasar Gracián habla del sol

“Es el sol, ponderó Critilo, la criatura que más ostentosamente retrata la majestuosa grandeza del Creador. Llámase sol porque en su presencia todas las demás lumbreras se retiran; solo él campea. Está en medio de los celestes orbes, como en su centro, corazón del lucimiento y manantial perenne de la luz. Es indefectible, siempre él mismo, único en la belleza. Él hace que se vean todas las cosas y no permite ser visto, celando su decoro y recatando su decencia. Influye y concurre con las demás causas a dar el ser a todas las cosas, hasta el hombre mismo. Es afectadamente comunicativo de su luz y de su alegría, esparciéndose por todas partes y penetrando hasta las mismas entrañas de la tierra. Todo lo baña, alegra e ilustra, fecunda e influye. Es igual pues nace y todos le reconocen dependencias. Él es al fin criatura de ostentación, el más luciente espejo en que las divinas grandezas se representan. ( “El criticón” )Recogí esta ficha hace años, porque me gustó. Pero prefiero lo que sobre el sol me dijo hace pocos días mi nieta Vega (12 años) cuando al llevarla del colegio a casa me dijo al mirar las dos un hermoso sol entre nubes: “ ¿Sabes? yo de pequeña creía que el sol era el trono de Dios”