"Dios a nada"
He leído “Dios o nada”. Me ha ayudado espiritualmente, como le ha pasado a Benedicto XVI que también lo ha leído. Al ver el libro, me encantó su llamativas portada: el título por su bendita “desfachatez” y la figura a todo color: negro, rojo y blanco que la llena: la del Cardenal Robert Sarah un hombre negro, de hermosas facciones, con expresión de una gran humanidad. Vale la pena buscarla en Google para verla. La lectura de su vida, (entrevista con Nicolas Diat) engancha desde el principio. Me ha conmovido especialmente su gran amor a Dios desde niño y su heroísmo, mantenido a lo largo de tantos años: a los siete años ayudaba como monaguillo a diario en misa de 6.. después iba a casa a desayunar y a las 7 tenía que estar en la escuela de los misioneros espiritanos cuya piedad y valentía lo marcaron desde niño y a los que está profundamente agradecido y diciendo en repetidas ocasiones que a ellos debe su vocación. Termino con estas palabras que sobre el libro sobre el libro le escribe Benedicto XVI: “He leído “Dios o nada con gran provecho espiritual, alegría y gratitud. Vuestro testimonio de la Iglesia en África, del sufrimiento durante la época del marxismo en Guinea y de una vida espiritual dinámica, tiene gran importancia para la Iglesia (…)Su valiente respuesta a los planteamientos de la “teoría de género” clarifica una cuestión antropológica fundamental”.
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