24 septiembre, 2014

El derecho de nacer

“La vida es un don, y la merecemos dándola”, lo dijo Rabindranath Tagore y es bueno repetirlo, hoy que tanta importancia se da a la filosofía oriental, porque define algo inscrito en el corazón de un hombre sano física y espiritualmente. Naturalmente no está en la vocación traer hijos al mundo, el celibato, por el reino de Dios es una gozosa y fecunda realidad que debemos valorar y agradecer. “Abuela, ¿Qué es reproducirse?”. Me preguntaba Vega, a sus ocho años, en el banco de la “Gran Vía Marqués del Turia” donde esperámos la llegada del autobús del Colegio de sus hermanos. Se lo expliqué y al hacerlo, recordé algo que aprendí de niña: “el hombre nace, crece, se reproduce y muere” y al pensarlo, caí en la cuenta que a mí que había nacido, crecido y reproducido solo me faltaba morir…Pero no es así. A mí, como a tantos, nos queda no solo ayudar, según nuestras fuerzas al desarrollo de la vida de nuestros nietos. sino luchar, denodadamente, porque la vida del ser humano sea valorada como merece su dignidad. Es patético que haya quien gasta sus energías en la protección de animales – algo en sí loable - mientras no mueve un músculo ante la realidad en España de la pérdida, mediante el aborto, de 300 vidas humanas diarias. El aborto, que no es un decho, en ninguna legislación del mundo lo es . El aborto es un delito – no quiero contra la propia conciencia, que a la larga no puede ser amordazada y una fuente de sufrimiento de por vida de pobres mujeres que se han visto solas, cuando más necesitaban protección. ¿ Por qué no se relaciona aborto con machismo?. Ya lo sabemos: el aborto mueve mucho dinero, y el fuerte sigue explotando al débil. En éste caso a la débil. Baste lo dicho. El 22 de noviembre hay que estar en Madrid para defender la vida que no tiene color político. Los mayores podemos hacerlo eficazmente desde la retaguardia.

22 septiembre, 2014

Continuación (Chateaubriand)

“ Mi madre – escribí en el primer prefacio a ésta obra (“Memorias de Ultratumba) después de haber sido arrojada a los 72 años –, ( estamos en plena Revolución Francesa y François de Chateubriand era Vizconde ) en las que vió morir a una parte de sus hijos, murió finalmente sobre un camastro al que le habían relegado sus desgracias. El recuerdo de mis extravíos llenó sus últimos años de una gran amargura. Moribunda encargó a una de mis hermanas que me recondujera a esa religión en la que yo había sido educado. Mi hermana me transmitió el último deseo de mi madre. Cuando a través de los mares me llegó la carta, (horrorizado por la “fiesta de caníbales” en que se había convertido la Revolución se había ido a Estados Unidos) mi propia heremana había muerto. Había fallecido a causa de las secuelas de su encarcelamiento. Esas dos voces venidas de la tumba, esa muerte que era intérprete de otra muerte, me golpearon. Me hice cristiano. Confieso que no cedí ante grandes luces sobrenaturales. Mi convicción surgió del corazón. Lloré y creí.” Lo aquí posteado, como lo anterior proceden de un encantador librito: “Memorias de Ultratumba” y “El Genio del Cristianismo” ( selección) de la colección editada por Rialp: “selección doce uvas”. Las “Memorias de Ultratumba•” ( hasta donde dió de sí el mes de agosto de 1960) me las leyó a la vez que las traducía del francés el que es el padre de mis hijos, en la pinada de Viver en la que desemboca la calle Mayor en la que pasábamos la mañana. En esa lectura – que llevé con paciencia gracias al mantel que estaba bordando – se pusieron de manifiesto su respeto filial – su padre quería que las leyese en francés – y mi aguante. Gracias a ese recuerdo, me compré, hace pocos días el librito de “doce uvas” y me he aficionado a la colección.

21 septiembre, 2014

De Chateaubriand (1768-1848)

En “Memorias de Ultratumba” François de Chateaubriand nos cuenta así su Primera Comunión: “Al día siguiente, Jueves Santo, fui admitido a esa ceremonia conmovedora y sublime, que yo en vano he tratado de bosquejar en “El Genio del Cristianismo”. Podría haber reemcontrado en ella mis pequeñas y acostumbradas humillaciones, porque mi ramo de flores y mis vestidos eran menos hermosos que ,los de mis compañeros. Pero ese día todo fue para Dios y por Dio. Sé bién que es la fe: la presencia real de la víctima en el santo sacramento del altar me resultaba tan sensible como la de mi madre al lado. Cuando fue depositada la hostia sobre mis labios, me sentí iluminado por dentro. Temblaba de respeto y la única cosa material que me preocupaba era el miedo de profanar el pan sagrado. “El pan que yo os propongo / es alimento de ángeles / y Dios mismo lo fabrica / con la flor de su trigo” (Racine). Entendí entonces la valentía de los mártires: en aquel momento habría podido confesar a Cristo en el potro de tortura o en medio de los leones.” También en “Memorias de Ultratumba” habla así dc su madre: “ La ternura filial que yo conservaba por Madame de Chateubriand ( su madre) era profunda. Mi infancia y mi juventud estaban intimamente unidas al recuerdo de mi madr. Todo lo que yo sabía venía de ella. La idea de haber envenenado los últimos días de la mujer que me llevó en su seno, me desesperó. Arrojé al fuego con horror, algunos ejemplartes del “Ensayo”, como instrumento de mi crimen. Si me hubiera sido posible aniquilar esa obra lo hubiera hecho sin dudar. No me curé de esa turbación hasta que me vino el pensamiento de expiar mi primera obra con otra de cáracter religioso: ese fue el origen de “El Genio del Cristianismo” Buenas noches.

14 septiembre, 2014

De versos, para alegrarnos

El padre de Tere era del corte del mío: honrado, trabajador, fiel a Dios y su mujer, y.. amante de la poesía. Ambas estamos orgullosas de ellos y ambas les hemos oído muchas veces recitar versos en nuestra feliz niñez sin televisión, hasta el punto de llegar a aprenderlos de memoria solo de oírlos. El mío, cuando tenía 5 años (1945) me regaló “La Leyenda de Mío –lo – San, escrita en verso.La aprendí y la conservé aunque faltaba alguna hoja y muchos son los comentarios agradecidos en mi blog, por haberla copiado.El último es éste: “haber leido nuevamente este libro de mi infancia me ha traido imnumerables recuerdos de hace 55 años que pensaba enterrados solo en mi memoria, pudiendo casi recordarlo totalmente. (1 de setiembre de 2014). Entonces nos enseñaban a memorizar, hoy nos llenan la casbeza con publicidad. Bien, pues el domingo quedé con Tere y, para alegrarnos le dí pie a que me recitara “Un soldado de los Tercios de Flandes”, de Marciano Zurita, que gustaba mucho a su padre. La cosa vino rodada al decirme que había conocido a una chica que al poco de serle presentada dijo con retintín que “ella era de Breda”. Disfrutamos el poema y me dije que lo buscaría en Google. Solo encontré éste fragmento de él : : “ Harto de mis ocios y de mi vagancia / de atisbar zaguanes y rondar mesones / de ir de calle en calle con la petulancia / de los matachines y los fanfarrones / sabiendo que en Flandes pagan cien ducados /a todo soldado para que se equipe / pienso yo ir a Flandes entre los soldados / que encamina a Flandes el rey Don Felipe.”. No encontré completo el poema de Zurita, pero sí éste de Calderón: “El sodado de los Tercios de Flandes”(obsérvese que en éste caso el arículo es determinado). Transcribo el principio de él: “Este ejercito que ves / vago al frió y al calor, / la república mejor / y más política es / del mundo,en que nadie espera / que ser preferido pueda / por la nobleza que hereda / sino por la que él adquiere; / porque aquí a la sangre excede / el lugar que uno se hace / y sin mirar como nace / se mira como procede.”. Espero que les haya gustado.

01 septiembre, 2014

Algo bueno sobre los "Mass media"

No me resisto a no compartir algo que he leído en “Fidelidad” de José Morales y con lo que no puedo estar más de acuerdo: “ Se dice que somos en gran medida lo que vemos en la televisión y en el cine; lo que oímos en la radio, en conversaciones habituales (..) . Se reduce así, aunque nunca pueda ser destruído, el espacio interior y exterior para el ejercicio de nuestra libertad. Los anuncios publicitarios con todo lo que implican y sugieren, nos influye decisiva e incoscientemente, Y la sociedad, convertida en opinión pública, habría deevenido como un gran anuncio que tiende a confiscar suavemente la personalidad y el carácter moral de los individuos. Los “mass media” representan una nueva civilización que huye de lo que es esencial para la vida humana. Propone a escala planetaria los mismos modelos, y produce así una nivelación general de valores aparentes, que tiende a ser absoluta. Puede afirmarse que los “mass media no reflejan la realidad, sino más bien la costruyen, ofrecen alimentos insípidos y a veces envenenados, en vajilla de oro, y en el boato y la brillantezque son propios de los logros téwcicos modernos. C. Magris habla de la victoria actual de un totalitarismo blando y cordial capaz de promover – a través de mitos, ritos, consignas, representaciones y figuras simbólicas – la autoidentificación de las masas…El totalitarismo no se confía a las fallidas ideologías fuertes, sino a las gelatinosas ideóligias débiles, promovidas por el el poder de las comunicaciones. (…) La gente sensible y perceptiva, a lo largo y ancho del planeta, acusa con impaciencia lo que percibe como pérdida del control sobre sus vidas, su medio ambiente, sus empleos, sus gobiernos, y sobre la suerte de sus países. Se diría que los centros de poder son ahora imágenes y códigos informativos que conquistan las mentes de modo arrollador e inexorable.”. Baste lo copiado para la longitud de una entrada. De aquí se deduce entre otras cosas la importancia dee alimentarse con buenos libros.