Pecadores, sí corruptos, no
Dice el Papa Francisco sobre la corrupción: “La corrupción es el pecado que en lugar de ser reconocido como tal y hacernos humildes, es elevado a sistema, se convierte en una costumbre mental, en una manera de vivir. Ya no nos sentimos necesitados de perdón y de misericordia, sino que justificamos nuestro comportamiento y a nosotros mismos.” Palabras tomadas del libro “El nombre de Dios es misericordia” ( 3ª ed. Planeta Testimonio) en él Francisco nos recuerda el daño originado por el relativismo: “que hiere mucho a las personas: todo parece igual, todo parece lo mismo” - y continúa – “ Esta humanidad necesita misericordia. Pío XII, hace más de medio siglo, dijo que el drama de nuestra época era haber extraviado el sentido de pecado. A esto se suma el drama de considerar nuestro mal, nuestro pecado, como incurable, como algo que no puede ser curado y perdonado.” Palabras muy necesarias hoy que nos desayunamos cada día con un nuevo escándalo de corrupción entre quienes nos gobiernan. El libro al que me he referido es precioso, lleno de conocimiento del hombre y de amor por este. Cuajado de anécdotas preciosas sobre el papel que la misericordia de Dios ha jugado en la vida del Papa y en la de quienes han formado parte de esta. ( carta enviada a "LAS Provincias")