16 enero, 2019

Como el profeta Jonás


“Como el profeta Jonás, siempre llevamos latente la tentación de huir a un lugar guro, que puede tener muchos nombres: individualismo, espiritualismo, encerramiento en pequeños mundos, dependencia, instalación, repetición de esquemas ya prefijados, dogmatismo, nostalgia, pesimismo, refugio en las normas. Tal vez nos resistimos a salir de un territorio que nos era manejable. Sin embargo las dificultades pueden ser como la tormenta, la ballena, el gusano que seco el ricino de Jonás o e viento y el sol que le quemaron la cabeza; y lo mismo que para él, pueden tener la función de hacernos volver a ese Dios que es ternura y que quiere llevarnos a una itinerancia constante y renovadora.” Papa Francisco.  

12 enero, 2019

Más sobre Goki


Otras citas de la biografía de Gorki, me siento obligada a compartirlas para amortizar las 234 páginas de que consta y  que leí concienzudamente. Las colocaré por orden cronológico:

 Nos cuenta Gorki: “Me habló durante largo tiempo, hasta media noche, con el deseo manifiesto de ponerme a su nivel. Tras mi tentativa de suicidio, había reducido considerablemente mi propia estimación, me sentía disminuido, culpable, sentía vergüenza de vivir. Romass sin duda lo comprendía, y humanamente, simplemente, abrió ante mí la puerta de su vida, me ayudo a enderezarme. Inolvidable jornada.”

Reprocha a Tolstoi en una carta abierta, preocuparse en esos tiempos reagitación, por el perfeccionamiento moral de los individuos: “Piénselo León Nicolaievitch. ¿Es posible pensar en su perfeccionamiento moral cuando en las calles e las ciudades se fusila a  hombres y a mujeres, y cuando habiéndoles fusilado se impide socorrer a los heridos? ( carta del 27 de febrero de 1905)

“ No me pongo de acuerdo con nada ni con nadie – escribirá a su antigua esposa -, me querello con todo el mundo, todo me parece sospechoso y falaz y, al mismo tiempo, todo despierta mi piedad hacia los hombres: son increíblemente desgraciado”: “Mi vida es muy penosa, cada vez más penosa. Me parece que pierdo lo que era para mí más importante, lo más preciado, el por qué de mi vida: mi fe en Rusia y en su futuro.”   




Gorki


El día de año nuevo uno de mis hijos me dejó “Gorki”, un libro escrito por Henri Troyat, lo que ya era una garantía porque había leído su magnífica biografía en tres tomos de León Tolstoi.   Celebro haberlo leído. Se coge cariño al protagonista porque es apasionado, ingenuo,  buena persona y llevó una vida muy dura en su juventud.

Luego se metió en la revolución rusa y fue amigo de Lenin… Acabó siendo un instrumento del partido, aunque no formó parte de él. Gorki se dio cuenta de los “errores” del comunismo pero prefirió engañarse y seguir trabajando por el pueblo. “El denunciante de todos los errores del antiguo régimen, quería ocultar los del nuevo. El furibundo anarquista de antaño se colocaba vidrios de color de rosa..”

“Una velada Tolstoi sorprendió a Gorki, preguntándole a quemarropa:
-         ¿Por qué no cree en Dios?
-         No tengo fe
-         Eso no es cierto; usted es por naturaleza un creyente y no puede prescindir de Dios. Lo advertirá muy pronto. Si no cree es por testarudez y por despecho de que el mundo no sea  como a usted le gustaría…La fe como el amor, exige valor, temeridad. Es preciso que se diga “Creo” y todo irá bien…”