El Rey Salomón
“ Como las hermosas flores del campo que acaban, sin
embargo, secas en el fuego, Salomón no acertó a retener la gloria, y se
marchitó en su trono. El más devoto se hizo el más pervertido. El autor del
Cantar de los Cantares termino presa de afecciones viles. “El Rey Salomón amó a
muchas mujeres extranjeras…y se apegó a ellas con gran pasión. Cuando era
anciano, sus mujeres inclinaron su corazón a otros dioses, como Astarté, diosa
de los Sidonios y a Moloch, ídolo de los amonitas; y siguió la conducta de sus
mujeres extranjeras, que quemaban incienso y sacrificaban a sus propios dioses”
(1 Re 11,1,4,8).
“¡Qué contraste entre este apóstata de cabello gris, cargado
de años y de pecados y aquella figura juvenil y brillante que en la Dedicación
del Templo que había construído aparecía como mediador entre Dios y el pueblo¡
“ Esta advertencia hermanos míos, no se aplica solamente
a reyes, profetas.., se aplica también a
nosotros. Es verdad que cuanto más santo es un hombre y cuanto mayor es sun
altura en el reino de Dios, mas necesita vigilar continuamente su proceder, no
sea que caiga y se pierda. Una honda convicción e esta necesidad ha sido la
gran protección de los santos. Si no hubieran temido a Dios no hubieran
perseverado”. (Cardenal J.H. Newman, “Discursos sobre la fe” )