09 junio, 2014

Gilbert K.Chesterton

Gilbert K.Chesterton nació un 29 de mayo y, a toro pasado, quiero contar, en su honor y en nuestro provecho, dos cosas suyas que me parecen entrañables. La primera son unas palabras de su madre, de 1895, en una nota que le envía a Oxford junto con un poco de dinero, cuando cumple 21 años: “Tengo el corazón lleno de agradecimiento a Dios por el día que naciste y por el día que has llegado a la mayoría de edad. Te deseo una vida larga, útil y feliz. Que Dios te la conceda. Nada de lo que yo diga o haga podría expresarte mi amor y el gozo de tener un hijo como tú.” Así fue: Chesterton (1874 – 1936) no pudo tener una vida más útil. Chesterton, buscador infatigable de la verdad y de la justicia, defendió como nadie la institución familiar, tan maltratada hoy, y aunque Dios no le dió hijos, los tuvo del espíritu porque supo hacerse querer de sus lectores,Borges entre ellos, su por su lucidez que enseña y divierte y por su hombría de bien. La segunda cita, sacada de su “Autobiografía” y también es tierna y lúcida, dice así : “ Entre los versos juveniles que empecé a escribir había uno titulado “El niño por nacer” en el que imaginaba a una criatura no nacida que ruega por su existencia y promete ejercer todas las virtudes si se le permite tan solo tener la experiencia de la vida” Me alegró saber que Chesterton empezó a escribir defendiendo la vida, no podía sr de otra manera porque la amaba y supo sacarle todo