22 mayo, 2014

Lo encontraremos todo

Conservo cuanto he escrito a lo largo de la vida porque he puesto en ello alma corazón y vida y una carga apostólica más o menos considerable, manifiesta o no. Confío pués en que mi escritura prenda. No he escrito a tontas y creo en la capacidad de respuesta del que lee, cuando al que escribe le interesan los demás. Jesucristo se metió en mi barca desde niña, y sé como dice el Papa Francico que “la vida no sería igual sin Él”. Eso tiene necesariamente que notarse en mi escritura. De ahí que esté apegada a mis columnas, y sienta que se vayan al garete cuando pase la frontera de esta vida. Como decía el poeta y cantaba Paco Ibáñez: “¡Que dolor de papeles que ha de barrer el viento¡ / ¡que tristeza de tinta que ha de borrar el agua¡” Está la digitalización de periódicos, la escritura viva… Pamplinas. Nos apegamos a las cosas. “Polvo eres, y en polvo te convertirás”, nos decian el Miércoles de Ceniza al hacernos la cruz sobre la frente Hoy, que el hombre es más ligth, se dice encambio: “¡ Convertíos y creed en el evangelio¡”. Ambos buenos consejos. Creo en la resurreción de los muertos, lo del polvo no me preocupa mucho, la necesidad de conversión, es clara. Quedan las columnas… “El que quiera ganar su vida, la perderá y el que la pierda por Mí, la encontrará”. Paradojas del evangelio. Encontraremos todo lo realizado “A. M. G. D.” ( a la mayor gloria de Dios) como empezaba Juan Sebastán Bach a escribir su música.. .