25 marzo, 2013

Décima con espinela

Me lo contaron hace tiempo: resulta que un catedrático de universidad durante su clase de literatura se empleó a fondo en despotricar contra la castidad, “de la abundancia del corazón habla la boca”.En el curso de la clase pidió a los alumnos le pusieran un ejemplo de décima con espinela. Entonces, un alumno – que probablemente hacía rato que estaba deseando intervenir para cortar “aquello”, levantó el brazo, y al serle concedida la palabra y recitó con voz segura: “Bendita sea tu pureza / y eternamente lo sea / pues todo un Dios se recrea / en tan graciosa belleza./ A ti celestial Princesa / Virgen Sagrada María / te ofrezco desde este día / alma, vida y corazón / mírame con compasión, / no me dejes Madre mía.”. Todos oyeron el “Bendita sea tu pureza” que algunos probablemente la aprendieran de niños. El catedrático, cuando terminó de oír la décima, cerró su libro en silencio y dió por terminada la clase. Este año en “Fallas”, me dejaron a una de mis nietas, de siete años recién cumplidos, y fuí con ella a ver al Santísimo, en “San Martín”, luego compraríamos churros y daríamos un paseo. Le dije para tranquilizarla: “No vamos a misa, solo a la visita, que es cortita”. Al salir, cuando le dije que me había hecho mucha ilusión ir con ella a “San Martín” porque, aunque la recojo del Colegio, “era la primera vez que salíamo solas por Valencia”. Me contestó sonriendo : “en la visita me ha dado tiempo a rezar cinco veces el “Bendita sea tu pureza” y dos el: “Señor, Tu lo sabes todo, Tu sabes que te quiero”. La miré con cariño. ¡ Bendito “Guadalaviar”¡Me emocioné, y decidí contarlo mientrad me comprometía conmigo misma a rezar a diario un “Bendita sea Tu pureza” por cada una de mis nietas.