Una buena página sobre la soberbia
Comparto con mi gente lo que sigue: “La proyección sobre Dios de la propia soberbia pone de relieve una dramática inversión de la realidad. El amor es el único motivo de la creación pero el hombre desconfía. Dios quiere ser ante todo un Padre amantísimo, pero la criatura le convierte en una especie de déspota celoso por custodiar la supremacía. Según Juan Pablo II, en el origen del ateísmo se encuentra la reacción del hombre que huye ante la imagen falsa De Dios que se ha forjado, puesto que ha cambiado la actitud padre- hijo por una relación amo- esclavo: “El Señor aparece como celoso de su poder sobre el mundo y sobre el hombre; en consecuencia el hombre se siente inducido a la lucha contra Dios. Análogamente a cualquier época de la historia, el hombre esclavizado se ve empujado a tomar posiciones en contra del amo que le tenía esclavizado”. La rebelión contra Dios acaba perjudicando al hombre: al perder su mayor fuente de dignidad, es lógico que deje de ser respetado como persona. “Comienza el hombre devaluando a Dios – observa Pilar Urbano – y acaba el reducido a un dígito estadístico (…) Empequeñecer a Dios es indefectiblemente enanizar al hombre (…) Al doblar la esquina donde se ignora a Dios, se encuentra uno en el suburbio ciego donde se ignora al hombre”. La historia reciente corrobora dolorosamente que la negación teórica o práctica de Dios trae consigo el desprecio de la realidad humana. No me refiero solo a los genocidios del siglo XX sino también a los actuales atentados contra la incipiente vida humana. Como advirtió Juan Pablo II en el año 2000, la humanidad ha logrado una extraordinaria capacidad de intervenir en las fuentes mismas de la vida; puede usarlas para el bien, dentro del marco de la ley moral, o ceder al orgullo miope de una ciencia que no acepta límites, llegando incluso a pisotear el respeto debido a cada ser humano. Hoy como nunca en el pasado, la humanidad está hoy en una encrucijada”. El actual relativismo ético se camufla en presuntos intentos de ayudar a los demás. Pero detrás de ese “orgullo miope”, al igual que en los albores de la humanidad, se atisba una rebelión contra el único Señor de la vida y de la muerte.” Me alegra empezar el día Habiendo transmitido esta página de “Amor y autoestima” de Michel Esparza.
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