04 abril, 2012

El dulced recuerdo de Juan Pablo II

El día 2 de abril se cumplierondo 7 años de la muerte del Juan Pablo II
¿Quién no lo quería entre los cristianos y la gente de buena voluntad? Su recuerdo es un recuerdo dulce y profundamente estimulante. En su honor y en nuestro provecho, copiaré dos párrafos suyos:

“Vivid con valentía vuestra vida personal aún cuando os parezca insignificante. La gran maestra de la vida insignificante, Teresa de Lisieux, en sus pocos años de vida nos enseñó la grandeza que pueden tener ante Dios las actividades ionsignificantes, normales.”

“Un santo es, en su vida y en suy muerte, traducción del Evangelio para su país y para su época. Cristo no vacila en invitar a sus discípulos al seguiumiento, a la perfección. El Sermón de la Montaña es la única escuela para ser santos. ¡no tengáis miedo a esa palabra¡, ¡no tengáis miedo ante la realidad de una vida santa¡” (Juan Pablo II, Orar. Planeta Testimoinio)

El día del aniversario de su muerte, Mila - enferma de Leucemia - me contó una cosa bonita relacionada con Juan Pablo II. Resulta que Teresa – que la cuida - Numeraria del Opus Dei es muy devota del beato Juan Pablo II y en una ocasión éste, le dio un caramelo - caramelo que logicamente conserva - , Teresa, después de superar un cáncer, solicitó una invalidez a la que tenía derecho y le daban una cantidad irrisoria. Rezó mucho a Juan Pablo II y recurrió, pues justo el 2 de abril – aniversario de la muerte de Juan Pablo II – le llamó su abogado diciéndole que se la habían concedido.

Una cosa así, te alegra el día.