Sobre la adoración a Dios y mi amiga Rosa

Rosa y yo hemos discutido muchas veces sobre la adoración a Dios. No hay manera de que entienda que la adoración a Dios es propia del hombre y que no acepatarla es soberbia. Cuando se lo digo, monta en cólera, – , con lo cual viene a darme la razón de una manera práctica. Después de hablar con ella de este tema, que por otra parte me propongo no tocar, porque no hay más sordo que el que no quiere, y al que aún así muchas veces llegamos, lo que no es de extrañar dado su caráter nuclear en la relación de uno Dios, me vienen a la cabeza en apoyo de mi posicióntura, muchas palabras de la Escritura: los magos de oriente, al ver al Niño en Belén: “ postrándose le adoraron”, Jesucristo contesta al diablo en la segunda tentación del desierto: “ Escritó está : adorarás al Señor tu Dios y a él solo servirás”, en fin… Total, que me han caído en las manos unas palabras que Benedicto XVI decía sobre la adoración a Dios en una catequesis a niños que se preparaban a recibir la primera Comunión. ¿Quien mejor que el Papa para convencer a Rosa que es terca como un niño?. El Papa les dice:

“La adoración es reconocer que Jesús es mi Señor, que Jesús me señala el camino que debo tomar, me hace comprender que sólo vivo bien si sigo el camino indicado por Él, sólo si sigo el camino que Él me señala. Así pues, adorar es decir: “Jesús yo soy tuyo, y te sigo en mi vida; no quisiera perder jamás esta amistad, esta comunión contigo. También podría decir que la adoración es, en su esencia, un abrazo con Jesús en el que le digo: “Yo soy tuyo y te pido que tu estés siempre conmigo”.

Que cosas: hoy sería el cumpleaños de Santina – en el cielo no hay tiempo y allí está adforando a Dios – la hermana de Rosa, y pensaba que también . Santina, con la que he hablado mucho de Dios, no sobre esto, sino sobre otros temas, le decía yo bromeandoi que montaba con facilidad en Cólera,
su caballo favorito. Yo he montaddottoressao también ese caballo muchas veces, la edad me ha hechop perder el gusto por la “equitación”. La edad y el haber dicho un montón de veces en mi vida: “Jesús manso y dulce de corazón, haced el mío semejente al tuyo”.

Santina - mi gran amiga - a la que veían y querían las prostitutas de Vía Véneto, en su horario nocturno de la Farmacia en la que era “ dottoressa”.
Santina nació el 16 de junio de 1942 y murió el 1 de marzo de 1992. Y pasó, como nos ocurrirá a todos, por esa gran tribulación de la que nos habla el Apocalipsís. Pero esa ahora para ella es anécdota.s