Pequeña vanidad y otros asuntos
El “filósofo”, que amablemente me sigue en el blog, se quedó perplejo de la última grase de mi entrada “Kilimanjaro”, que era ésta: “…mi columna “Niños” me la sacaron en el periódico, como columna. Ultimamente me las suelen sacar así, y lo agradezco porque lo son.” Evidentemente es un fallo de redacción por mi parte. Quería decir lo siguiente: a veces me doy cuenta que algún tema que trato en el blog podría ser una buena carta al periódico y haría bien – o distraería – a más gente. Y entonces la reduzco a veinte líneas, que es lo que te permiten mandar, con lo que lógicamente gana mucho, la mejoro mejoro, y la mando al períodico. Cuando quedo contenta del resultado me digo a mi misma: “ ésto, no es una carta al periódico: es una columna” y cuando la veo publicada como tal: en formato de columna, y no de carta, me alegró. Una pequeña vanidad. No he olvidado mis “ambiciones literarias”.
Encontré en una hoja de calendario esta magnífica frase de Santa Catalina Siena: “Señor dame un corazón de niño y un gran coraje para vivir como adulto”.
De Santa Catalina de Siene leí, hace años, una buena biografía escrita por Sigrid Undset. Premio Nobel del 1928 y acogida en la Iglesia católica en 1925 en Montecasino. Ahora he empezado a leer su principal obra – tres tomos – “Cristina, hija de Lavrans”.Tiene muy buena pinta.
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