Medjugorje
Agradezco al “filósofo”el Avemaría y la velita a la Gospa ( Nuestra Señora) de Medjugorje, por el éxito de mi intervención quirúrgica mañana por la tarde. Como también las oraciones de mis amigas, que desde luego noto por la paz que tengo. Algunas de ellas siguen mi blog, otras no, pero desde luego rezan porque se palpa.
Justo estoy leyendo: “Medjugorje, el triunfo del corazón” de Sor Emmanuel. Lo estoy leyendo porque me lo recomendó Mary Carmen.
Mary Carmen es una santita, con la que tengo en común la afición a ir cuando puedo, a hacer la oración ante la custodia. En una de aquellas ocasiones en plena Iglesia se acerca y me dice: “Rosa: ¿Has leído el “Diario de la Divina Misericordia” de Santa Faustina Kowalska, como no la oía, sacó un papel y me lo escribió, con un ¡cómpratelo¡. Le hice caso.
Esta vez, la recomendación del nuevo libro fué a la salida de la Iglesia.
En la conversación que siguió le pregunté: “¿Qué tal con tu marido?”. Su marido ha estado separado de ella durante ocho años y hace poco que ha vuelto. Sonrió y me dijo: “Muy bien, me quiere mucho” y ya riéndose: “ me hace reverencias a veces, porque dice que me admira mucho.”
Una vez me dijo Mary Carmen: “Cuando me muera me gustaría que alguien me cantara: “Cerca de Ti Señor, quiero morar…”. A mi me gusta tener como un pequeño tapiz de recuerdos de la gente a la que quiero o admiro que esa otra forma de querer.
Elvira me dijo el viernes: “Acuérdate de mí el día 3 de abril, hace cincuenta años que pedí la admisión al Opus Dei”. A Elvira, que la conozco hace veinte años la he admirado siempre mucho. San Josemaría al que ha tenido oportunidad de ver muchas veces, le dijo una de ellas dándole un golpecito en la frente: “ Como no seas santa ¡te mato¡”. Creo que Elvira se lo tomó en serio. Yo le dije a mi vez: “Acuérdate de mí el día 4 que me operan”. Eso es la vida. Eso y más cosas. Y yo me pregunto: “¿Para que sirve un amigo que no es capaz de rezar? Para algo servirá, digo yo
1 Comentarios:
Rosa,
Gracias a vd. que nos aporta unos escritos cargados de razón y fe. ¡ qué gran bien hacen al Alma !
Saludos
Publicar un comentario
<< Home