27 marzo, 2011

Si lo tuviéramos en cuenta…

Creo que a todos nos vienen bien estas palabras de Juan Pablo II recogidas en un libro de Planeta Testimonio: “ Orar”, Juan Pablo II, su pensamiento espiritual:

¡Cuántas veces las tinieblas de la soledad, que oprimen a un alma, pueden ser desgarradas por el rayo luminoso de una sonrisa o de una palabra amable¡.
Una palabra buena se dice pronto; sin embargo a veces se hace difícil pronunciarla. Nos detiene el cansancio, nos distraen las preocupaciones, nos frena un sentimiento de frialdad o de indiferencia egoísta. Así sucede que pasamos al lado de personas a las cuales, aún conociéndolas, apenas les miramos el rostro y no nos damos cuenta de lo que frecuentemente están sufriendo por esa sutil, agotadora pena, que proviene de sentirse ignoradas. Bastaría una palabra cordial, un gesto afectuoso e inmediatamente algo se despertaría en ellas: una señal de atención y de cortesía puede ser una ráfaga de aire fresco en lo cerrado de una existencia, oprimida por la tristeza y por el desaliento.”

Ójala, que estas palabras se nos quedaran en la cabeza y en el corazón, y fuéramos por la vida, “andando con contemplaciones”. Cada vez son más necesarias y más difíciles de llevar a cabo. Quizá lo que nos dijo Juan Pablo II deberíamos leerlo por segunda vez.