Aquí estoy
Todo pasa y todo queda: me han liberado de la clínica un día antes de lo que pensaba. Como tengo unos hijos estupendos y vienen mucho a verme, la casa se recibe como lo que es: el hogar. Es decir: que en la clínica aunque te resuelvan las comidas, te cambien las sábanas y tengas habitación individual, cuando te dicen que te puedes ir, “empacas” los trastos y sales pitando. Yo salí tan pitando que me dejé en la habitación el cargador del móvil. Cosa que aun que no lo parezca es una gaita, porque hasta el día 12 debo estar en casa de reposo ( relativo). Tuve la suerte – todo está previsto cuando se reza mucho – de que al poco de llegar a casa, a Paquita que venía de la clínica y no me encontró allí, se lo dieron y la pobre viviendo lejos me lo trajo.
El ángel de la guarda me debía una: – si acudimos a él nos presta muchos favores materiales, como recordarnos las cosas - la mañana del ingreso, con los nervios me dejé en casa toda la documentación: permiso de la mutua, radiografías, análisis.. Nos dimos cuenta cuando ya nos iban a ingresar. Marta cogió una bici – Valencia tiene “balenbici” - y fue a por ellos. Yo me quedé rezando en la capilla. Le dije al ángel de la guarda: “me debes una”. Al día siguiente de la operación me la devolvió por medio de Paquita trayéndome el móvil.
La gente ha rezado y todo ha ido muy bien gracias a Dios.
´La operación fue pronto y bien. Gracias a todos.
1 Comentarios:
Rosa,
Muchísimas felicitaciones; me alegro mucho que todo le haya ido bien.
Un abrazo
Publicar un comentario
<< Home