21 septiembre, 2010

Lectura en sintonía

Ya ha acabado el viaje del Papa a Inglaterra, para Beatificar a Newman, los días 16,17, 18, 19 de septiembre. Habrá que comprarse el jueves el ABC por su suplemento Alfa y Omega para leer los discursos. Lo que está claro es que ha sido un éxito, como no podía ser menos. Mucha gente rezando por él, amén del gran esfuerzo del Papa. Medios de comunicación aparte, los cristianos estamos en el bando de los vencedores siempre. Esto hay que saber verlo.

Una vez más, el Papa dijo en él que se sentía humillado y avergonzado por los abusos sexuales cometidos en la Iglesia contra los niños. El Papa, como Cristo, carga con los pecados de los hombres, se reviste de ellos… Es tristísimo que se hayan dado pero que afán de sacarlos a relucir en los medios una y otra vez olvidando tanta santidad, compasión, instrucción, caridad y servicio que pueden encontrarse en ella.

El Papa delega en las beatificaciones, solo canoniza. Pero éste es un caso especial: Newman (1801) se convirtió al catolicismo desde el anglicanismo y la riqueza doctrinal e interés de sus libros, traspasa su tiempo. Con motivo de este acontecimiento, he vuelto a leer a Newman, con el que siempre se pasa un buen rato. En concreto la “Carta al Duque de Norfolk”. Mucho tengo subrayado. Entro pues a saco en ella sabiendo que se va a leer a palo seco lo que yo leo en contexto. Pero muchos de mis lectores ya están acostumbrados a ello. Dice Newman:

“… el Evangelio es algo más que una mera filosofía lanzada sobre el mundo, un modo de pensar, un mero sentimiento bello y profundo o una visión subjetiva. Es un mensaje que ha bajado de lo Alto, con un sentido concreto custodiado y preservado de una determinada manera.”

“ ¿Cuándo ocurrió en la antigüedad que el Estado no se sintiera celoso de la Iglesia? Fue a caso cuando Decio y Diocleciano asesinaron a miles a quienes habían abjurado de la religión de la antigüa Roma? ¿Fue a caso cuando Atanasio fue desterrado a Tréveris? ¿ O cuando Crisóstomo fue enviado a Cuscusio, para ser perseguido por una Emperatriz hasta el extremo de causarle la muerte? El Prefecto imperial dijo a San Basilio
“Nunca antes hombre alguno me trató on semejante libertad”; San Basilio replicó: “Quizá es que nunca antes te encontraste a un Obispo”.

Newman dijo en una ocasión: “Dadme ocho santos e incendiaré Londres”.
Esperemos que ahora haya muchos más de ocho…

1 Comentarios:

At 21 septiembre, 2010 14:51, Blogger filósofo escribió...

Rosa,

Buenísimo el artículo. Gracias aparte por la idea de comprar el ABC con el Alfa y Omega.

Gracias.

 

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