18 septiembre, 2010

AGradecida a mi ángel custodio

Esta noche tenía hambre y me he levantado a tomar leche. Al abrir el cartón con un cuchillo puntiagudo, no me he hecho un buen tajo en el brazo de milagro. Me he llevado un buen susto. He sido consciente de que mi ángel custodio había intervenido una vez salvando más mi insensatez, que es grande. En agradecimiento por su protección continua van estas líneas:

“Te pasmas porque tu Ángel Custodio te ha hecho servicios patentes. Y no deberías pasmarte: para eso lo colocó el Señor junto a ti” ( Camino. n.565 )

“Un creyente podrá criticar la autenticidad de las apariciones de ángeles en la vida de Santa Francisca Romana, de Santa Liduvina de Scheidam, de San Wenceslao duque de Borgoña pero a menos que se ponga en contradicción con su fe no puede discutir la fidelidad de Dios en el mantenimiento de sus promesas y está llena la Sagrada Escritura en las que se compromete a rodear a los suyos de una protección de ángeles, esos seres espirituales que tanto poder tienen sobre el mundo material y sobre las fuerzas diabólicas”

“Poner en duda la custodia de los ángeles vendría a ser lo mismo que negar implícitamente la veracidad de Dios y su fidelidad a la palabra dada. Sería como una blasfemia” ( Suma Teológica)

Textos sacados de “Mi ángel marchará delante de ti”. George Huber. Ed. Palabra.

No solo en el Antiguo Testamento son numerosas las intervenciones de ángeles: Abraham, Tobías.. sino que una mirada rápida al Nuevo nos pone delante su presencia: la Encarnación, el aviso a San José para que hutera de Herodes, Getsemní, la aparición a María Magdalena…

Es este un tema sobre el que no me cansaría de escribir.