28 junio, 2010

Pan y chocolate

Este curso, los viernes cuando mi nieta Marta, de 10 años, salía del Colegio y venía a pasar la tarde conmigo, le daba un trozo de pan con chocolate y nos disponíamos a ver una buena película, que yo conocía bien. Así hemos pasado buenos ratos juntas y ha archivado, en sus jóvenes neuronas, historias: tiernas, divertidas, heroicas… En definitiva: que relajan tensiones, educan sentimientos, fortalecen convicciones, enriquecen y distraen. Como creo que ha sido una buena idea, la comparto. Quizá alguna abuelita la haga suya y disfrute también el merecido descanso semanal, en buena compañía. Ya se ve, que estas tardes de abuela, nieta y buen cine, son el principio de una gran amistad. Y la verdad es que buenas y sabias amigas necesitan las niñas tal como se están poniendo las cosas para ellas. No tiene nombre la cartita que las niñas de dieciséis años recibirán en sobre cerrado del gobierno dándoles facilidades para abortar. Eso da idea del gobierno que tenemos. ¿Cómo vamos a salir de la crisis económica con esta ruina moral que es el principio de ella? Pero confiando en que mejores plumas que la mía aborden tan serio asunto, vuelvo a las películas de los viernes. Marta y yo hemos visto entre otras: “La gran Prueba”, “El festin de Babette”, “Quo Vadis?, “Ben- Hur”, “Mujercitas”, “La gran Familia”, “El hombre tranquilo”, “Los tres padrinos”… De todas ellas la que mas le ha gustado es “Ben - Hur”. ¿A que Martita promete?


( Carta enviada a Levante)