04 enero, 2010

De mi agenda (II)

Cuenta C.S. Lewis algo parecido a esto:

Recurrimos a Dios para que nos resuelva esto o aquello, para que mejoremos en tal o cual virtud, para poder tapar alguna gotera del edificio de nuestra existencia. Y muchas veces lo que nos encontramos es que no arregla nuestras goteras sino que derriba tabiques, destruye muros maestros…En definitiva: Dios tiene otros planes para nosotros. En lugar del Chalet cutre con el que nos conformábamos, Él quiere hacer de nuestra vida, un palacio para habitar en él. Cuando oí contar esto, me emocionó esta idea, no solo por ser absolutamente real (¿ a quién no le ha derribado Dios, casi la cimentación de su existencia?), sino por conocer a Lewis y haber visto la magnífica película de “Tierras de penumbra”, que cuenta su vida.

La Iglesia avanza entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios. Él triunfo en la cruz, ese es el camino nuestro. Que el Espíritu Santo nos lo haga comprender.

Más importante que esté el crucifijo en el Parlamento, es que los parlamentario lo tengan en el corazón.

La almendra del cristianismo es el amor a los demás.

Trivializar la sexualidad lleva a trivializar el amor, la más noble de las relaciones personales.