24 agosto, 2009

Arco Iris

Hace poco he tenido la suerte de ver el Arco Iris – fenómeno natural, que por trascender la física, tiene muy merecido el uso de mayúsculas – Lo ví en un despejado paisaje flanqueado por pinares. Grandioso. “Los cielos proclaman la gloria de Dios y el firmamento pregona la obra de sus manos”. Creo que es así..

Su imagen, casi se ha yuxtapuesto a dos lecturas que hablan de él. Una de una santa: Santa Faustina Kowalska y otra de una escritora con garra Etty Hillesum que encontró a Dios en un campo de concentración. Como ya he contado aquí. Voy a tratar de encontrar las dos citas:

“Camino por la vida entre arcos iris y tempestades, pero con la frente orgullosamente alta, porque soy hija real, porque siento que la Sangre de Jesús circula por mis venas y he puesto mi confianza en la gran misericordia del Señor” (Santa Faustina)

“ Esta mañana el Arco Iris se extendía sobre el campamento y el sol brillaba en los barrizales. Cuando ma adentré en el barracón hospitalario dos mujeres me llamaron: “Con ese rostro alegre seguro que nos trae buenas noticias”. Improvisé una historia acerca de Victor Manuel, de un gobierno democrático y de una paz inminente: no las podía persuadir del poder del Arco Iris que a fin de cuentas era la única razón de mi alegría”
(Etty Hillesum)