27 julio, 2009

Horario

En la interesante lectura de “Brígida de Suecia” (1303-1373) , editada por Palabra en su colección “Arcaduz”, he encontrado :

“¿Cómo pasaba sus días en Roma la princesa sueca? Un párrafo de las “Revelaciones”, que refiere las palabras de Jesús, lo describe exactamente:

Os aconsejo que utilicéis para dormir las cuatro horas antes de la media noche y las cuatro horas después de la media noche. Quien no sea capaz de hacerlo que pruebe a desearlo fuertemente y lo conseguirá. Si alguno está en condiciones de dormir razonablemente algo menos, sin sufrir por esto en sus fuerzas físicas o psíquicas, tendrá mérito y premio. A continuación deberéis utilizar cuatro horas para rezar y dedicaros a obras útiles y beneméritas, de modo que ninguna hora transcurra sin dar fruto. A continuación podréis tener dos horas para la comida de mediodía. Si lo hacéis en menos tiempo seréis recompensados por Dios. Este tiempo no debéis prolongarlo a no ser que haya un motivo razonable para hacerlo. Después dedicaréis seis horas a labores necesarias, consentidas o requeridas. Dos horas las dedicaréis a vísperas, la oración de la tarde y otras oraciones que os sean de agrado. Y finalmente dos horas más para la cena y la serena conversación.

Brígida rezaba mucho, tomaba lecciones de latín del maestro Petrus y escribía en sueco las revelaciones que su secretario traducía después al latín: “Estudio gramática, rezo y escribo.”

Cuando todo esto sucede, Brígida ya se ha quedado viuda de Ulf el hombre con quien se casó, elegido por su padre, en 1316. Con quien tuvo ocho hijos, y fue un matrimonio feliz que duró 28 años.