02 marzo, 2009

“El buen paño en el arca se vende”

Me acabo de enterar de una noticia reconfortante: Marisa, de cincuenta y siete años, viuda y con cinco hijos, se casa con un viudo de su misma edad con otros cinco. Están muy ilusionados, “como dos novios”, me dijo el sobrino de ella, y ambos querían mucho a sus respectivos conyuges, y hablan frecuentemente de ellos.´¿No es alentador?. Los dos son muy buenas personas y se conocen desde que eran jóvenes, así que no habrá sorpresas.

Conozco desde hace años a Marisa: ojos bonitos, cara alegre, de sonrisa permanente, y entra en una talla 42. También es buena, luchadora, abnegada.. Abnegada y valiente tiene que ser para sacar adelante familia y sueldo, con sus clases de Historia en un Colegio de monjas. Luego, para poder dar religión, hizo Teología. “Una mujer fuerte ¿quién la encontrará?”
El señor Devia, la ha encontrado. Sin duda habría podido elegir a una mujer
bastante más joven, pero no todos los hombres son mentecatos.

Por contraste, mientras esto escribo, he recordado la frase de Lenin: “Si queréis que un pueblo os caiga en las manos: destruid a sus mujeres”. Tristemente, algo de eso estamos viendo hoy. Me decía una profesora de Colegio que la mayoría de sus alumnas de 14 años no son vírgenes. ¿Qué se puede esperar de esas futuras mujeres? De aquí a pocos años, estarán solas. Solas para siempre. ¿Cómo decírselo?