26 enero, 2009

Timoteo y Tito

La carta "EN la entraña", que mandé el sábado a “Las Provincias ha salido hoy lunes. Verla publicada es siempre un hermoso modo de empezar el día. Luego en la misa, he caído en la cuenta que hoy es la conmemoración de Timoteo y Tito, los dos grandes amigos de San Pablo. Y me he emocionado, como me ocurrió el año pasado, al oír ese comienzo de la Segunda carta a Timoteo:

“Doy gracias a Dios, a quien sirvo, a ejemplo de mis progenitores; con pura conciencia y sin cesar hago memoria de ti en mis oraciones noche y día, deseoso de verte, acordándome de tus lágrimas, para llenarme de gozo acordándome de tu sincera fe, que fue tambien la de tu abuela Loida y la de tu madre Eunice, y que confío es la tuya.”

Esto tiene la liturgia, que te hace consciente del paso del tiempo.

Dentro de esa emoción, ocupan un puesto clave: Loida y Eunice. La abuela y la madre de Timoteo. Más de veinte siglos llevan estas dos mujeres saliendo en la historia más leída de todos los tiempos. ¿Qué profesión tenían? ¿Ministro de finanzas en tiempos de crisis? No. eran una abuela y una madre de un gran apóstol. Ahora añadiría gustosa como en los devocionarios antiguos: “medítese”.

Y hoy también, una gran noticia para mi familia: probablemente el día 28 de enero ( fecha clave en mi vida) saldrá del Hospital “La Fe” mi yerno Nacho, después del trasplante de dos pulmones. Sé que algunos que me leen han rezado por él . Muchas gracias.

He empezado a leer una novela policíaca, romántica e ingeniosa “Luna de miel “ de Dorothy. L. Sayers, que vale la pena, así es que no se si aguantaré mucho tiempo viendo a Zapatero en “59 segundos”. Me voy a cenar.