25 septiembre, 2008

Sobre la Resurrección

Del capítulo “Resucitaremos con nuestros propios cuerpos” del libro de Fernández Carvajal “Hablar con Dios” quiero citar lo siguiente:

“El Señor reprocha a los saduceos (no creían en la resurrección) “ no conocer las Escrituras ni el poder de Dios, pues esta verdad estaba firmemente asentada en la Revelación. Isaías había profetizado: “las muchedumbres de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán: unos para eterna vida, otros para vergüenza y confusión”; (Is , 26, 19)

y la madre de los Macabeos confortaba a sus hijos en el momento del martirio recordándoles que “el Creador del universo (…) misericordiosamente os devolverá la vida si ahora la despreciáis por sus santos lugares” (2 Mac 7,23)

Y para Job, esta misma verdad será el consuelo para sus días malos: “Se que mi Redentor vive, y que en el último día resucitaré del polvo (…); y en mi propia carne contemplaré a Dios” (Job19, 25-26)

La resurrección de la carne constituye uno de los pilares fundamentales deel Credo “pues si no hay resurrección de los muertos, tampoco resucitó Cristo. Y si Cristo no resucitó , vana es nuestra predicación y vana también nuestra fe” (1 Cor15, 13-14)