14 septiembre, 2008

Vicent Van Gogh

He leído las “Cartas a Van Rappard” de Vincent Van Gogh. Es un libro precioso. Lo he leído de cabo a rabo, a pesar de que la gran pasión de Van Gogh por la pintura le impide hablar a su amigo, quizá el único que tuvo, también pintor, de algo que no sea su manera de pintar, su búsqueda de un técnica adecuada, su desprecio por la Academia, su conocimiento de lo que en ésta se hacía, y de lo que hacían los pintores que habían conseguido un nombre…Cuando una pintora el me dejó el libro – que cogí porque la figura de Van Gogh es entrañable a poco que se la conozca – me dijo con mirada lejana “Es precioso, pero no se si te gustará. Hace falta ser artista”. Después de haberlo leído, estoy de acuerdo con ella. Cualquiera que lo lea debe ser un poco artista, aunque no sepa dibujar la o con un canuto. Artista en el modelado de su propia alma. No se si daré del libro una cata apropiada, lo que si se es que desde ahora el hombre Vincent Van Gogh es amigo mío. Y digo es, porque como Saulo de Tarso es y no era. Los hombres no morimos, parece que lo hagamos. Vicent Van Gogh tiene un fuerte sentido de la amistad, de la lealtad. Es un incansable buscador de la verdad de su obra y de su vida. Un luchador enconado para seguir, venda o no venda sus cuadros, su propio camino.
Admira, apasionadamente, a aquellos grandes hombres del pasado en pintura y literatura – de la que demuestra afición y conocimiento –, a los que con frecuencia compara. Y es encantador ver con que naturalidad, maneja a veces frases de la Escritura para reforzar sus argumentos.


Hablando de Israëls “…..Eliot es también un maestro en la ejecución,, pero fuera de eso y además de eso, tiene por añadidura, un don particular, porque es posible que uno se vuelva mejos leyendo sus libros o, dicho de otra forma, sus libros tienen la virtud de despertarle a uno.
Hablando de las exposiciones “…en ciertos cuadros hay algo tan honesto y tan bueno, que dee ellos emana una influencia salutífera, se haga lo que se haga, caigan en buenas o en malas manos, en manos honestas o deshonestas. “Que vuestra luz alumbre a los hombres”: creo que ese es el deber de todo pintor, pero de eso no se deduce necesariamente que esa luz, destinada a alumbrar a los hombres venga de las exposiciones.”

La preocupación de Van Gogh por el mundo del trabajo, de los campesinos, de las clases humildes, de los marginados reflejada en sus cuadros – “Los comedores de patatas”, estudios de layadores, sembradores, etc - es otra razón por la que Vicent
Vangh sea como hombre una persona entrañable.

1 Comentarios:

At 14 septiembre, 2008 16:16, Blogger tona escribió...

es un placer entrar en tu blog, gracias por darme la direccion.
ya sabrás que me salto cosas, pero otras es un placer leerlas y tomo nota. un beso, natalia

 

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