24 septiembre, 2007

Recital

El varón que tiene corazon de lis, / alma de querube, lengua celestial

el mínimo y dulce Francisco de Asís / está con un rudo y torvo animal,”

Es el principio de “Los motivos de lobo” de Rubén Darío que mi padre recitaba entero a veces, en la camilla del cuarto de estar, como también :

“Oigo patria tu aflicción, /y escucho el triste concierto

que forman, tocando a muerto / la campana y el cañón”.

Poesía ésta, del 2 de mayo, no se de quien, que estimulaba el ardor patriótico, que yo aún llegué a conocer. Pero nada como “A buen juez, mejor testigo” de Zorrilla, de la que me se muchos trozos pero no es cosa de recitarlo todo, como hacía mi padre.

“Pasó un día y otro día, / un mes y otro mes pasó,

y un año pasado había, /más de Flandes no volvía

Diego que a Flandes partió”

Inés de Vargas pone al Cristo de la Vega por testigo del juramento de Diego de casarse con ella al volver de Flandes, y lo demanda ante el juez.

_Jesús hijo de María, / ante nos esta mañana

citado como testigo / por boca de Inés de Vargas

¿juráis ser cierto que un día / a vuestras divinas plantas

juró a Inés Diego Martinez / por su mujer desposarla?”

Y la conclusión cuando la mano desclavada de Cristo se posa en los evangelios y dice “Si juro”:

“Las vanidades del mundo / renunció allí mismo Inés,

y espantado de sí propio / Diego Martinez también”..