16 septiembre, 2007

Educcación para la ciudadanía

La asignatura de “La educación para la ciudadanía”, que a Arturo Pérez – Reverte, le hace troncharse, me recuerda a la nuestra de la “Formación del Espíritu Nacional”. De esa, nos tronchábamos nosotras sin esperar a crecer. Era el libro verde, y decía cosas bastante pintorescas que omito por respeto. Ojalá que los chavales puedan tener respecto a la “Educación para la ciudadanía”, si es que es inevitable, una mente crítica parecida a la nuestra. Pero lo dudo. Nuestra sociedad, todo lo gris que se quiera, tenía una familia fuerte y es ésta la que realmente educa y defiende de las memeces de los políticos. Estos días ha dicho el Dalai Lama, que él ha llegado a ser lo que es gracias a su madre (aunque ahora es impensable que una madre no trabaje fuera de casa, sin duda que ello va a dejar su huella en la educación de los hijos). Además, muchos íbamos a colegios de religiosos o religiosas. Si se ha recibido una buena catequesis, se ven las cosas como realmente son, no como nos las quieren contar quienes tratan de igualar a la baja, halagar la mediocridad, y fomentarla con una televisión zafia, y conseguir votos. Si el Estado trata de imponer una moral, aunque la llame cívica, que choca frontalmente con la ley natural, prescinde de Dios y con la que los padres, que son los auténticos responsables de la educación de los hijos no están de acuerdo, si además no aceptan la objeción de conciencia para impartir o recibir dicha asignatura, está sencillamente avasallando.