26 agosto, 2007

Novelas

Aunque la Madre Julia García – “que estudia Filosofía y espera con alegría, que pronto llegue su día” - que cantaba en el Colegio una alumna inspiradilla – decía que a la palabra novela le falta una r : “novelas, no verlas”, a mi cada verano me gusta leer una buena novela. La de éste, ha sido “El velo pintado” de Somerset Maugaham. No sabría si recomendarla o no. La he terminado, y aunque la historia que cuenta, se me ha quedado y durante su lectura me enganchó, morbo no le falta, mi juicio sobre ella es indeciso, y no se a cuento de que viene eso de “El velo pintado”. La novela ha sido llevada al cine recientemente por John Curran, director al que no tengo el gusto de conocer, lo que por otra parte, dada mi edad. no quiere decir nada.

Creo que las novelas, en pequeña proporción son necesarias, como el postre después de la comida. “A mi me gustan mucho las biografías” me decía Pepa, en una de esas agradables conversaciones veraniegas que tan necesarias son. “A mi las biografías me cansan un poco – le contesté – a excepción de las de los santos, cuando su vida la cuentan ellos.” Y nos pusimos a hablar de libros, tema grato y que da de sí. Preámbulo provechoso para descubrir tesoros y a veces, confidencias. Parece que, la lectura de los buenos libros, ayuda a hacer un buen libro de la propia vida, que por escribirla en colaboración con el Autor de ella, si ponemos de nuestra parte, no puede dejar de ser un libro interesante.