19 mayo, 2005

El significado de las palabras

Escuchando hace tiempo a Aquilino Polaino, psiquiatra que tiene en su haber muchos casos de curación de la homosexualidad – así hablaba de ella: como de una enfermedad mental de múltiples causas, de la que si uno quiere, puede liberarse - se me quedó esta frase: “si vacían de contenido el significado de las palabras, nos quitan el alma”. Frase que gustaría mucho sin duda al autor de “El dardo en la palabra”. Vaciar de significado la palabra es la pretensión de llamar matrimonio a la unión de dos hombres o dos mujeres. Y no solo eso sino que se vacía de contenido una realidad, que no solo es tal, sino que está en la raíz de la existencia de todos, o casi todos. Porque matrimonio quiere decir uno con la madre, formar bloque con ella para traer hijos al mundo. Conyuges, viene de conyugare, “con yugo”, caminando juntos, unidos como los bueyes, para tirar del pesado carro de la familia que de esa unión vendrá. Lo cantaba Serrat hace años: “ el amor que te tengo/ me ató a tu yunta / para sembrar la tierra / de punta a punta.” O, hablando del mismo amor, de naturaleza conyugal cantaba también Serrat unos versos en los que Miguel Hernández, hablando de la primavera y su alboroto de vida, de los que solo recuerdo “ …de muchachas y muchachos / que no dejarán desiertos / ni las plazas, ni los patios”. Hoy se hace muchas veces realidad lo que decía un autor del sigloXIII :“Con la efigie del amor se están acuñando monedas muy falsas”.Llamar a las cosas por su nombre, es importante: se rinde tributo a la verdad y se está en el mundo real y no en las ideologías. Realmente si se vacía de significado a las palabras, pensémoslo, nos quedamos sin alma. Y además el diálogo es imposible.