14 junio, 2005

A Madrid hemos de ir...

A Madrid hemos de ir…


“Ve a Madrid, si quieres hacerte oír”. Y conviene que nos oigan. No vamos contra los derechos de nadie, vamos a defender los nuestros. Por eso debemos estar allí el 18 de junio a las dieciocho de la tarde, para apoyar algo bastante obvio: que la unión de dos homosexuales, no puede ser considerada matrimonio. Estas personas, como tales, merecen que se les respete, que se les comprenda, que se les ayude – no es la mejor manera de hacerlo falseando la verdad- que hereden, si quieren, unos de otros, incluso que tengan derecho a dejar pensión pero que no se empeñen en hacernos comulgar a todos con ruedas de molino. Matrimonio es la unión, ejercida libre y responsablemente, de un hombre y una mujer, que tiene como fruto los hijos. Y sanseacabó. Lo otro, es otra cosa. Aunque al decir esto no descubro el Mediterráneo, sin embargo hace falta decirlo porque respecto a la homosexualidad, la manipulación en los medios es grande, y a fuerza de oír sandeces se puede acabar perdiendo el sentido común. La argumentación de que no debe importarnos que se llame matrimonio a una unión de ese tipo es falaz. Nos importa y mucho porque la sociedad la formamos todos y en ella se cuecen nuestros hijos. La simple posibilidad de adopción por parte de este tipo de parejas escalofría. En fin… Al señor ZP ¿no se le hace cuestión que veinte siglos de cultura en el tiempo y el mundo entero en el espacio, no vayan en esa línea? Fui noviembre del 82 a Madrid a oír la apasionada defensa que de la familia hizo Juan Pablo II en “La castellana”. Desde aquí mi apoyo a quienes estén ahora en condiciones de luchar pacíficamente por la verdad y la sensatez.