02 enero, 2013

Gracias a Dios, estrenamos año

Nuestra Señora de la Paz nos ayude a caminar este año, al paso de Dios. ¿A que esta frase parece arrancada de un sermón? Pues no señor,¡ es mía¡. Es que a mí de niña me hubiera gustado si hubiera sido chico, ser dominico, porque eran: Orden de Predicadores. De cara a este año que empieza, un amigo de la infancia me escribió : “ojalá este año nuestra fe aumente más que el P.I.B”. Tampoco está mal el deseo. Aunque cuando lleguemos al cielo, que para allí nos encaminamos, maltrechos y esportillados, como las figuras de barro del Belén que año tras año se dirigen al Portal, ni siquiera recordaremos que alguna vez pudo existir el producto interior bruto. A mi el cuerpo me pide empezar el año hablando de la vida: ¡que gran cosa sería que cesaran los abortos¡, que no se agostaran vidas humanas, que se cayera en la cuenta que se trata de vidas de hombres y mujeres, cada uno de ellos con un valor insustituible. No es nunca excesivo recordar la responsabilidad tremenda que recae sobre quienes intervienen en ellos. La mujer que mata al hijo que lleva dentro – muchas veces acongojada por mil motivos y respaldada por una sociedad hedonista y ciega, que no ha querido ni sabido oponerse al aborto -, carga para toda la vida, con un peso tremendo y eso no son palabras sino realidades porque ésta a es larga y permite reflexionar sobre ella. Sin contar los casos en que una mujer muere en un aborto provocado. Los medios de comunicación podrían, si quisieran, hacer una vigorosa defensa de la vida. Nada a la larga sería más rentable. No saldremos de la crisis mientras se sigan segando vidas. Que la junta de Andalucía haya dado una sustanciosa subvención para financiar abortos es para echarse a llorar. ¿Por qué en lugar de financiar la vida se financia la muerte? Muchas mujeres no abortarían si vieran salida económnica a la vida que llenan dentro.

1 Comentarios:

At 04 enero, 2013 18:08, Anonymous Anónimo escribió...

Rosa,

Sí, yo también creo que el aborto es sólo una cuestión de dinero. Dinero para los abortorios y dinero que no disponen en ayudas a las mujeres embarazadas los policastros que nos desgobiernan. Sólo dinero, vil metal.

Lo anterior no nos exime a ninguno de nuestra responsabilidad individual: todos podemos ayudar.

Feliz Año Nuevo. Misael

 

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