El viaje a Roma de Dora y las demás
“Muchos años después, Rosalía López contaba que solo el viaje fue ya una aventura. En las maletas teníamos todos los enseres de la casa que pudimos conseguir: manteles y servilletas, sábanas, telas para confeccionar ornamentos litúrgicos… Cada una de nosotras llevaba toda su ropa puesta, un traje encima de otro. Además Dora y yo llevábamos sendos abrigos en la mano. Habíamos clausurado con pequeñas cuerdas los extremos de las mangas de manera que sirvieron de pequeños saquitos para llevar más cosas; entre eso y los bolsillos conseguimos transportar algunos adornos navideños ( diciembre de 1946), una lamparita, algo de fruta, trozos de jabón…hasta algunios tenedores y cucharas de un viejo juego de cubiertos. En el avión nos trrajeron de comer dos huevos duros a cada una, que fueron a parar a uno de esos bolsillos de nuestros abri: para nuestra primera comida en Roma. Todo esto explicaba nuestra total falta de agilidad: no nos podíamos mover, ni para comer ni para recoger lo que se nos caía al suelo, ni siquiera las que llevaban sombreo se lo pudieron colocardespués dee un golpe de viento”. “ En el aeropuerto romano de Ciampino las esperaba el Fundador del Opus Dei, acompañado por Don Álvaro del Portillo y Don Salvador Canals. SE dirigiero en dos automóviles situado donde residían muy cerca de laBasílica de San Pedro. En cuanto divisaron la cúpula, las invitó a rezar el Credo, para que de algún modo la confesión de la fe católica, fuese su primer “acto” en Roma”. Sigue siendo interesante y estimulante pero claro no puedo copiar todo el libro
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