Por la calle del mañana…
“Por la calle del mañana, se llega a la plaza del nunca” lo decía, cuando convenía decirlo, San Josemaría, así como también el que “mañana” es el adverbio de los vencidos. Es bueno que nos convenzamos de que tiene razón y que solo el “ahora” está en nuestras manos para que podamos jugarlo con acierto. Al hilo de esto, transcribo algo que nos cuenta Vázquez de Prada en el verano de 1939 el Fundador del Opus Dei – nos cuenta Vázquez de Prada -
Leyendo la estupenda Biografía de San Josemaría – el 26 de junio es su fiesta – de Vázquez de Prada, encontramos:
En el verano de 1939 el Fundador había dado a los Valencianos un consejo para su gobierno particular: “ tres cosas estorban, porque no me las explicaría en vosotros: “la duda, la vacilación y la inconstancia”. El Fundador tenía siempre puesta la confianza en sus hijos, es decir en su espíritu de oración, de sacrificio y de trabajo. Pero - volvía a urgir a los de Valencia -, sin dejar las cosas para después ni para mañana. “Después y mañana” son dos palabras molestas, síntomas de pesimismo y de derrota, que, con esta otra: “imposible”, hemos borrado definitivamente de nuestro diccionario. ¡Hoy y ahora¡”
A quien más quien menos le viene bien oír estas cosas porque la pereza está siempre ahí, no solo agazapada, sino vestida a veces de prudencia buen sentido.
1 Comentarios:
Rosa,
Le agradezco el artículo. Me ha gustado mucho. A ver si me lo aplico... "la calle del mañana desemboca en la plaza del nunca..."
Saludos
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