23 junio, 2011

Cerca del Corpus Cristi

El domingo 26 de junio en Valencia se celebrará, con toda solemnidad, la procesión del Corpus. Es un espectáculo hermosísimo al que año tras año desde mis tiempos de universitaria, incluso desde antes porque mi padre, con uniforme de gala, iba siempre en ella tras la custodia, me ha sido regalado presenciar. Entonces la gente, a su paso, hincaba la rodilla en tierra -¡que cosa más sensata¡ – y a mi modo de ver, ocasión espléndida para apoyar el gesto con las palabras del ciego Bartimeo: “¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí”; a fin de cuentas compareceremos un día ante Él.

Con este motivo copio unas palabras del actual Padre del Opus Dei, que después de evocar que los hombres después de haber conocido a Dios por las maravillas de la creación, “no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos y se obscureció su insensato corazón” ( Rm1,8) dice:

“…el sentido de la adoración se ha perdido en grandes estratos de los países, y los cristianos consecuentes - con optimismo sobrenatural y humano – estamos convocados a reavivar en las demás personas esa actitud, la única congruente con la auténtica condición de las criaturas.Si las gentes no adoran a Dios, se adorarán a sí mismas en las diversas formas que registra la historia: el poder, el placer, la riqueza, la ciencia la belleza..sin percatarse dee que todo eso, desvinculado de su fundamento único que es Dios, se esfuma: “La criatura sin el Creador, desaparece”, dice lapidariamente el Concilio Vaticano II”.

Tendré que poner punto final. Es sensato