10 mayo, 2011

Arcángel San Miguel

Deberíamos de acordarnos mas – quienes tengan la suerte de acordarse, porque son muchos los que no la han sabido nunca – de la oración al arcángel San Miguel, que el papa León XIII recomendó que antes se rezara después de cada misa y que en 1995, Juan Pablo II aconsejaba que se siguiera rezando. La escribiré:

“Arcángel San Miguel, defiéndenos en la lucha. Se nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Pedímos a Dios que lo mantenga bajo su imperio y vos Príncipe de la Milicia Celestial, lanzad al infierno con vuestro divino poder a Satanás y otros espíritus malignos, que andan por el mundo tratando de perder las almas.”

Es de sabios saber que el diablo está ahí como león rugiente, buscando a quien devorar. Y que en el mejor de los casos aprovecha nuestras horas bajas – o quizá es el autor de muchas de ellas – para sembrar desánimo y tristeza. Nuestra vida es lucha – y lucha contra el demonio, no solo contra la carne y la sangre - conviene no olvidarlo. Eficaz en ella es el uso del agua bendita, y la señal de la cruz, que tantos de nuestro niños ni siquiera conocen. Seguiré hablando de ésto