25 abril, 2011

Cicerón

“La verdadera ley es la justa razón concordante con la naturaleza, de alcance mundial, permanente y duradera. No sabemos oponernos ni alterar tal ley, no podemos abolirla ni librarnos de sus obligaciones mediante cualquier cuerpo legislativo y no necesitamos buscar a nadie que no seamos nosotros mismos para que nos la interprete. La ley no difiere poara Roma y Atenas, para el presente y el futuro, sino que será eterna e inmutable, válida para todas las naturalezas y todos los tiempos. El que la desobedece se niega así mismo y a su propia naturaleza.”

Párrafo sacado de las Leyes de Cicerón e insertado en la novela (827 páginas) que actualmente estoy leyendo “La columna de hierro” sobre la vida de Cicerón, de Taylor Cadwell. Y digo yo: ¡que claras tenían las cosas los hombres honrados e inteligentes en la Roma pagana y que contraste con el maremagnum, de a río revuelto ganancia del pescador, que padecemos hoy sacando, no de la manga sino de la lujuria y de la avaricia muchas veces, leyes que nos averguenzan y no pueden ir más directamente contra la vida del hombre.

1 Comentarios:

At 25 abril, 2011 14:50, Blogger filósofo escribió...

Rosa,

Supongo que el hombre, algunos hombres, han creído que con la técnica se convertirían en nuevos adanes para gustar el árbol de la ciencia.

Lo que es peor, es que otros muchos siguen a los primeros.

Viva Cristo Resucitado !

Saludos

 

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