02 enero, 2011

Panettone

Me han regalado un "panettone", que en lugar de tener pasas y pequeñas cortezas de naranja, tiene trocitos de chocolate. Un chasco. Yo quería el de siempre. Sin embargo, el deshacerse el chocolate en el café con leche es placentero y además me ha recordado a mi madre. También me la recuerda el que en Navidad acostumbro a hacer oración junto a su belén. Ella, lo puso con arte, año tras año hasta su ancianidad, en un hueco de la estantería del cuarto de estar - que en otro tiempo ocupó nuestro magnífico aparato de radio “Telefunken”, que nuestro vecino Cristóbal trataba de oír, a la hora de las noticias, pegando, la oreja al tabique de su casa. A él, incondicional de Antonio Bienvenida, le interesaba mucho la “información taurina”, que daban después de las noticias . Cristóbal y su mujer Adelaida acabaron siendo amigos nuestros y pasaban a última hora de la tarde a hacer tertulia.. , en la que no se sacaba ni un cacahuete, bastaba la holganza de la conversación. Entonces, cuando ya eran amigos nuestros, Cristóbal nos contó que justo, cuando acababan las noticias, mi padre apagaba la radio… Mi padre, en su fuero interno, no tenía demasiado respeto a Cristóbal; porque éste, aún siendo buena persona se pasó toda la guerra civil, escondido en un pajar. Y lo que son las cosas, más tarde fue Cristóbal quien le traería a un sacerdote para que le diera la extremaunción, cuando mi padre se moría. Yo por mi parte al ver que se moría eché a correr para traerle un dominico para lo mismo. Vine con él, pero Cristóbal me ganó en tiempo y el sacerdote que el trajo ya se la había dado. Nunca, hasta que he escrito esto había caído en la cuenta de la deuda de gratitud que tenía con él. ¿Y el “panettone”, qué pito toca en todo esto? Pues los trocitos de chocolate… Mi madre, que me tuvo a los 38 años - después de dos años de casada- , y se imaginaba que por la edad ya no podría tener hijos, me contó un día que me ponía trocitos de chocolate en la papilla para que me los encontrara…La crianza de uno, no es cosa nuestra.

1 Comentarios:

At 03 enero, 2011 14:53, Blogger filósofo escribió...

Rosa,

Últimamente, intento vivir la idea de no despreciar a nadie, aún manteniendo las distancias con aquellos que no traen provecho cristiano. Nunca se sabe por donde la providencia puede entrar. Digo esto a colación de Cristóbal que tan buen servicio hizo a su padre.

Saludos

 

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