09 septiembre, 2010

Lope

De Félix Lope de Vega Carpio, llamado, como autor teatral “el Fénix de los Ingenios”, fue como hombre: aventurero, padre cariñoso, esposo sosegado, amante incorregible, adorador de sí mismo, pecador arrepentido y con más de sesenta años apóstol místico, ya que en 1614 se encamina a Toledo para ordenarse sacerdote: “Dejé las galas que seglar vestía ordenéme, Amarilis, que importaba ordenarme a la desorden mía”. De su época fervorosa nos ha dejado sus inolvidables “Soliloquios”. Este hombre polifacético, verdadero hombre de teatro, pues tantos personajes llevaba dentro, nació del coraje de su madre, ejercido en una sociedad que amparaba el matrimonio contraído ante Dios para formar una familia. Resulta que el padre de Lope, que estaba casado en Valladolid con Francisca Fernández Flores y con dos hijos nacidos de su matrimonio, abandonó su casa y se estableció en Madrid siguiendo a una mujer. Francisca no se amilanó, lo siguió a Madrid y consiguió traerlo de vuelta. Fruto de la reconciliación del matrimonio, nació el 25 de noviembre de 1562 Félix Lope de Vega Carpio. Tras una vida intensa en éxitos y amoríos, Lope murió el 27 de agosto de1635. El domingo 26 recibió los sacramentos y firmó su testamento, “la verdadera fama es ser bueno…Trocara cuantos aplausos he recibido por haber hecho un acto de virtud más en esta vida”. Seguro que Lope hubiera querido que esto se supiera.


(carta enviada a "Las Provincias")