03 julio, 2010

¿Libro de familia?

He terminado de leer la vida de Tomás Alvira, (Supernumerario del Opus Dei) escrita por Antonio Vázquez y publicada por Palabra: testimonio.mc El título aclara: Una pasión por la familia. Un Maestro de la educación. Y lo he hecho porque me interesa su amistad y la de Paquita su mujer, también Supernumeraria, ambos en proceso de beatificación, como ya dije aquí hace tiempo. Me interesa por interés. Por el interés te quiero, Andrés. Para pedirle una buena moza para mi hijo, y más cosas. Leyendo la vida, en la misma colección, de Isidoro Zorzano (compañero de Alvira), gané un verdadero amigo al que recurro con éxito, cuando me encuentro apurada.

Como nació en 1906 y mi padre en 1907 – los dos aragoneses – y ambos estudiaron en Zaragoza, él Químicas ( colega mío) y mi padre Medicina, quiere se decir, que es como si leyera un poco sobre la juventud de mi padre: aparecen catedráticos de universidad de los que yo le oí hablar de niña. Yo he escuchado mucho a mi padre (que moriría cuando cumplí los 17). Juan Moneva ( Catedrático de Derecho Canónico) que tanto le costó aprobar a mi tío César, que era un vividor y Royo – Vilanova ( Catedrático de Medicina y Diputado del Congreso, una autoridad en la Zaragoza de entonces). Hay una anécdota entre ambos, que me hizo gracia: en una acalorada discusión entre ambos, el Catedrático de Medicina le dio una sonora bofetada al de Derecho. El profesor Moneva, con heroico estoicismo contestó al guantazo con ésta frase “tan lapidaria como hiriente”: “Tú pega, pega... pero no recetes”

Me decía a mi misma: ¿Cómo es que mi padre, siendo bueno y coetáneo de Alvira no conoció el Opus Dei? Tomas Alvira conocíó el Opus Dei en 1936 en Madrid. Su amigo José Mª Alvareda, le presentó allí a su Fundador. Tomás había ido a Madrid a hacer una oposición y allí le sorprendió el levantamiento del 18 de julio y se quedó aislado, lejos de su familia y sin dinero. Allí estaba entonces San Josemaría. Mi padre en ese tiempo estaba en Zaragoza y fue voluntario del levantamiento, como sus otros cuatro hermanos

Mi padre murió en 1957 y Tomás Alvira en 1992.
El Opus Dei lo conocería su hija Rosa, en Valencia, porque a él lo destinaron previamente aquí cuando yo tenía seis años.
Y es que Dios tiene sus caminos para cada quien