17 marzo, 2010

Lo leí, y lo cuento

Que “Camino” el libro de San Josemaría Escrivá ha acercado a Dios ha mucha gente y ayudado a mejorar y a enderezar sus vidas a tantos otros, no es ningún secreto. Pero ayer leí un testimonio de esto que quizá por su “exotismo”, me dije que lo contaría aquí:

En Azerbaiyán, pesé a que en el siglo primero fue evangelizada por San Bartolomé, actualmente hay un 97 por ciento de musulmanes. Quien nos lo cuenta, hija de intelectuales conocidos en su país, (su madre musicóloga y su padre doctor en Letras) hace siete años que se convirtió al Catolicismo. Un verano fue a su tierra y le llevó a su madre un ejemplar de “Camino” en ruso. Su madre, que por aquella época leía libros de esoterismo le dijo: “Cuando leas tu uno de mis libros, leeré yo el tuyo”. Por lo que ella, como no estaba dispuesta a perder el tiempo en eso y pensando que el insistir sobre su interés en que su madre leyera su libro sería contraproducente, rezó y abandonó el tema. Pasó el tiempo y su madre le escribió diciéndole
que había encontrado en casa un ejemplar de “Camino”, que le había gustado tanto que ya lo había leído cinco veces. Que su padre también lo había leído y estaba encantado.

Un poco lejos en el mapa queda Azerbaiyán ¿no? Gracias a Dios, siempre hay buenas noticias que dar.