23 marzo, 2010

Delives de nuevo

Miguel Delibes termina el “Diriao de un año de mi vida” que empezó a escribir el 30 de junio de 1970 con estas palabras:

“Pasado mañana hará un año que comencé a redactar estas notas ( …). Un año ( ahora me doy cuenta) es poco más que un suspiro y, sin embargo caben muchas cosas en un suspiro: el cincuenta aniversario del propio nacimiento, el 25 de matrimonio, la operación de un hijo, la boda de una hija, la fractura de una pierna, la muerte de media docena de amigos entrañables…Esto sin hablar, por una vez, más que de aspectos entrañables de la vida de uno. En otros planos es obvio que en un año cambian y se alteran muchas cosas, siquiera las esperanzas y desesperanzas del hombre apenas muden. Un año, un suspiro. Abruma pensar que en veinte suspiros un niño se hace hombre, en otros veinte madura y en veinte más envejece.
La condición fatalmente efímera del hombre unida a su condición de ser pensante y sensible alimenta mi esperanza de que todo no puede concluir aquí. Es una máquina demasiado perfecta y reflexiva, el hombre, como para aceptar que todo se reduzca a un proceso fisicoquímico que se desarrolla dentro de un tubo de carne.”

Creo que ha valido la pena copiarlo.
Cuando Delibes, con 50 años en 1970, hablaba de la condición efímera del hombre, no podía imaginar que él llegaría hasta el 2010…