09 febrero, 2010

A cuenta del rosario en literatura

Recuerdo que leyendo una buena biografía de Unamuno, D. Miguel hablando de Concha Lizárraga su mujer, “su costumbre”, escribía cuando los dos eran ancianos: “ Cada día que amanece / es para ella aniversario / cuando el hastío le muerde / se va a rezar el rosario”. Sabia Doña Concha.

Me he acordado de esto leyendo, la corta novela de Gabriel García Márquez “El coronel no tiene quien le escriba” donde también el rezo del santo rosario sale en dos ocasiones. A transcribirlas voy:

- ¿Dónde estabas? – preguntó el coronel.
“Por ahí”, respondió la mujer. Puso el vaso en el tinajrero sin mirar a su marido y volvió al dormitorio. “nadie creía que iba a llover tan temprano”. El coronel no hizo ningún comentario. Cuando sonó el toque de queda puso el reloj a las once, cerró el vidrio y colocó la silla en su puesto.
Encontró a su mujer rezando el rosario.
- No me has contestado a una pregunta – dijo el coronel.
- Cuál.
- ¿Dónde estabas?

Como no encuentro el otro fragmento de la novela en el que también sale el rosario, copió uno en que sale el “ángelus”:

“La Interrumpieron las campanadas de las seis. “El ángel del Señor anunció a María”, rezó en voz alta dirigiéndose con la ropa al dormitorio. El coronel conversó con los niños que al salir de la escuela habían ido a ver el gallo.”