14 enero, 2010

Por experiencia

Por experiencia sé, que de las cosas mejores que se pueden hacer en esta vida, es saberse casi de memoria” los cuatro evangelios. Decía Aristóteles que “nada es tan práctico como una buena teoría”. En la Biblia, y en especial en el Nuevo Testamento encontramos, no solo esa buena teoría, sino a Dios mismo hecho hecho Hombre. Valga éste preámbulo para compartir unas ideas de “Llamados a la vida” de Jacques Philippe.

“Jesús habla en nombre propio y con autoridad, no como los escribas. Dice al mar de Galilea: “ Calla, enmudece” y la tempestad se calma, (en el mar y en los corazones de los apóstoles). Dice a Mateo:“Ven y sígueme”, y Mateo comete la “imprudencia” que es sabiduría de dejar su mesa de recaudador de tributos y “aceptar la llamada, y tuvo la experiencia. De que la palabra que le convocaba era al mismo tiempo capaz de despertar en él unos tesoros de generosidad, de libertad y de desinterés de los que indudablemente no se creía capaz.“Es la ilustración de las palabras de Jesús: “Quien cree en mi , de sus entrañas brotarán ríos de agua viva” (Jn 7,38)”

“ Bueno es observar que la autoridad de la Palabra de Jesús, no está ahí para agobiarnos, al contrario está para nuestro bien, a nuestro servicio. Es autoridad contra el mal, contra nuestros enemigos, contra el Acusador. Autoridad para nuestra edificación y nuestro consuelo. Nos es indispensable aprender a apoyarnos en la autoridad de esta Palabra de Dios que encierra una fuerza de la que carece cualquier palabra humana.”