18 octubre, 2009

De Santa Teresita

“Le regalan un caleidoscopio, un pequeño tubo provisto de tres espejos, cuya combinación crea innumerables dibujos simétricos. Por supuesto lo desmonta y no encuentra más que algunos trozos de lana y papeles de colores. ¡Su reflejo en los tres espejos era lo que componía aquellos dibujos espléndidos¡ ¡Solo eso¡ Decpción. Pero también iluminación.

“Fue para mí la imagen de un gran misterio. Mientras nuestras acciones no salen del hogar del amor, la Santísima Trinidad les da su reflejo y una belleza admirables. Pero si salimos del centro inefable del amor, ¿Qué queda? Briznas, paja”

(“Santa Teresita” . Maxence Van der Meerch.)